Ventajas de la psicoterapia a distancia (online)
En mi práctica profesional como psicoterapeuta acostumbro a hacer sesiones presenciales con mis clientes, siendo mi enfoque teórico gestáltico y sistémico. Las herramientas de intervención que utilizo se basan en el uso de la palabra, del diálogo emocional y de materiales de soporte (objetos de la sala de terapia con un valor simbólico) que favorecen la exploración sensorial y fenomenológica a través del cuerpo y de la vivencia en el momento presente. La exploración sensorial e intuitiva complementa la exploración verbal y reflexiva, de esta manera el proceso terapéutico se ve enriquecido y potenciado.
En determinadas ocasiones las sesiones presenciales no son posibles por motivos diversos: clientes que se van a vivir lejos de manera temporal o definitiva, períodos largos de convalecencia, pos-operatorios, recuperaciones tras accidentes, fobias a espacios exteriores… En estas situaciones las sesiones pueden realizarse a distancia (online), a través de aplicaciones que permiten la comunicación en directo y hacen posible la imagen a través de una pantalla.
En mi práctica profesional, con el paso de los años, me he podido dar cuenta de algunas ventajas que ofrecen las sesiones a distancia, paso a describirlas a continuación:
- Se evitan desplazamientos, de manera que se produce un ahorro energético y de tiempo por parte del cliente.
- Permiten al cliente realizar la sesión desde su hogar, este espacio familiar acostumbra a asociarse con el bienestar personal conocido. Desde este lugar de seguridad el cliente puede sentir la tranquilidad necesaria para elaborar y desplegar su demanda terapéutica. La seguridad del hogar aumenta su claridad mental y emocional a la hora de aportar información o detalles significativos valiosos que como psicoterapeuta puedo aprovechar para acompañarle en su exploración emocional.
- La situación no presencial favorece la intimidad del cliente, ya que no se siente tan frágil o expuesto como podría sentirse en el encuentro cara a cara conmigo, e incluso puede facilitarle el explicar situaciones, fantasías o vivencias que le invaden y que quizás le incomodaría exponer de manera presencial ante mí.
- El cliente también puede mostrarme a través de la aplicación estancias, mobiliario u objetos de su hogar, de manera que esta información visual pueda ayudarme a tener un mayor conocimiento de su entorno familiar y puede ser utilizada como un material valioso en el desarrollo del proceso terapéutico.
- Al no estar disponibles los materiales de soporte de la sala pido a mis clientes que tomen determinados materiales de su hogar para hacer las exploraciones vivenciales de las sesiones. Estos materiales tienen una carga simbólica y emocional para el cliente muy superior a la que puedan tener los materiales de la sala de terapia, de manera que el grado de profundidad de estas exploraciones vivenciales es muy elevado, y permite que el proceso terapéutico se despliegue con eficacia.
- Por último, la distancia física y espacial con el cliente me permite tener una mayor perspectiva y objetividad en mis intervenciones y propuestas de exploración terapéutica.
Mi práctica profesional a lo largo de los años me ha permitido verificar que las sesiones de terapia a distancia son tan efectivas como las presenciales y son totalmente aconsejables para aquellas personas que necesitan recibir un acompañamiento emocional profesional y no se sienten disponibles por uno u otro motivo para realizar sesiones de terapia presenciales.