Transmutando estados emocionales

Durante el día transito por diferentes estados emocionales que me permiten asimilar e integrar corporalmente las vivencias de la vida cotidiana.

Todo sucede en el cuerpo, todo pasa a través de él y queda depositado de una u otra manera en su interior. Es por ello que se hace del todo imprescindible poner atención en el registro corporal.

Para poder ser consciente del estado emocional que transito en un determinado momento necesito poner atención en el cuerpo y registrar o poner consciencia en las percepciones y sensaciones corporales, para así poder darme cuenta de qué estoy sintiendo. Cuando identifico el sentimiento que me ocupa puedo atenderlo, transitarlo o transmutarlo.

Cuando me siento alegre, vital o sereno y tranquilo acostumbro a poder transitar por la vivencia de manera armoniosa, sin mayor dificultad.

Cuando me siento triste, decepcionado o enfadado o ansioso puedo tener la necesidad o el deseo de abandonar este sentimiento y recuperar el equilibrio o bienestar personal.

¿Qué puedo hacer consciente y voluntariamente para trasmutar un sentimiento que me es desagradable y que persiste en el tiempo?

Primero de todo atenderlo y darle acogida. Se hace imprescindible el reconocimiento y la aceptación. Mi cuerpo es el escenario donde el sentimiento se expresa. Desde la consciencia puedo observarlo como si yo fuera al mismo tiempo un observador externo de la escena que tiene lugar en mi cuerpo. Es importante que sea una observación sin juicio, pongo mi cuerpo a su disposición, desde la confianza que el sentimiento se irá desplegando y evolucionando si le doy contención en mi cuerpo sin resistirme a él, sin bloquearlo… Este sentimiento no aparece por casualidad, está engramado en la vivencia que estoy transitando y cumple una función que puede ser protectora, segurizante o que puede estar vinculada a mi sistema de creencias, siendo yo más o menos consciente del mismo.

Cada sentimiento tiene una vibración energética. Si la vibración es baja puedo sentir el malestar y la incomodidad: apatía, tristeza, miedo, rabia, orgullo…. Conforme la vibración aumenta: coraje, alegría, amor, serenidad…. me voy sintiendo mejor.

Cuando me permito sentir en mi cuerpo un sentimiento sin juicio, desde el observador externo, ese sentimiento se va transformando y transmuta en un sentimiento de una vibración más alta de manera espontanea. Se necesita de un entrenamiento consciente para conseguir tales logros.

Otra manera de transitar un sentimiento de vibración baja es expresarlo o transformarlo a través de un acto creativo, he aquí diferentes modalidades que me pueden ser útiles:

  • Con los ojos cerrados, poniendo atención a cómo se manifiesta en mi cuerpo y, desde mi imaginación, darle una forma, una textura, un colorido, una sonoridad o olor… Lo imagino desde la sensorialidad y me doy cuenta del recorrido que hace a través de mi cuerpo: dónde se instala inicialmente, cómo se desplaza, qué itinerario va siguiendo y cómo va cambiando de aspecto. Soy testimonio de su expresión y recorrido a través de mi cuerpo. Lo hago desde la curiosidad y el respeto, sin juicio, confiando que cuando haya sido atendido se irá disipando o liberando a través de la voz, el grito, el gesto, el movimiento de mis brazos o piernas… para dar lugar a un nuevo estado emocional con una vibración energética más alta. Es necesario que me entregue a la experiencia y que permita que el movimiento corporal ayude a su transmutación. Cuando sienta que el itinerario ha concluido o que ya ha sido suficiente para mí, puedo despedirme del sentimiento explorado y abrir los ojos.
  • Puedo escoger una música que resuene con mi
    estado emocional y, a través del movimiento libre, dejar que se exprese, se libere y se vaya transformando hasta que el movimiento cese y recupere la calma. También puedo incorporar la voz, o el grito… que pueden tener un efecto liberador y tranquilizador.
  • Puedo expresarme artísticamente dibujando o pintando sobe un papel de embalar o un DIN-3, en conexión con mi sentimiento o estado emocional, dejando que se manifieste y se vaya transformando a través de mis manos y de mis trazos. No busco un resultado determinado, sólo la expresión libre, para ello necesito hacerlo en un espacio protegido, libre de juicio y de pensamiento crítico.
  • A través de la escritura automática o libre, sin censura, dejando que mi mano escriba lo que necesite en cada momento. Aunque también puedo escribir un cuento o relato breve desde la intención y la consciencia.

Los canales y las formas de expresión son diversas. En definitiva, se trata de transmutar un sentimiento vivido a través de un acto creativo. La creación es personal y única, y tiene el poder alquímico de la transformación.